Muchas veces las personas conservan malos hábitos que les impiden prevenir las enfermedades no transmisibles. Unos hábitos saludables es lo ideal.
De acuerdo a lo estipulado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 63% de las muertes en el mundo se debe a las enfermedades no transmisibles. Entre las más frecuentes se encuentran: la diabetes, enfermedades respiratorias, el cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Cuando una persona se acostumbra a vivir de manera sedentaria, hace uso excesivo del alcohol o consume tabaco, tiene mayor riesgo de padecer las enfermedades transmisibles, reduciendo de manera considerable su esperanza de vida.
Si queremos cambiar esto, es importante tomar nuevas decisiones en la forma como nos alimentamos. Además de integrar la actividad física a nuestra vida. También es necesario disminuir los malos hábitos como el consumo de alcohol y tabaco.
Entre algunos de los hábitos que se pueden comenzar a implementar, se encuentran:
- Reducir el tiempo que permanecemos sentados. Lo ideal es hacer una pausa cada 2 o 3 horas.
- Caminar al menos 30 minutos diarios. Puedes elegir el horario que más te convenga.
- Realizar algún tipo de actividad física y cumplir con una cuota semanal de 75 minutos de ejercicio por semana. Solo se debe delimitar cuáles días y cuántos minutos hacerlo.
Mantener estos hábitos ayudará a mejorar el estilo de vida de cada persona y alargar su salud.