Durante la etapa de confinamiento hay hábitos que debemos desechar para no afectar la salud.
Muchas personas caen en las trampas de estar en casa y practican hábitos que influyen negativamente en su estado de salud. Algunos de ellos son:
Caer en el hambre emocional
La incertidumbre, miedo y tristeza se apoderan de muchas personas durante el confinamiento y los motiva a caer en el “hambre emocional”. Se refiere a la necesidad de comer por impulso emocional alimentos pocos saludables. Una de las grandes consecuencias de este hábito es la subida de peso, que termina por afectar la salud general de la persona.
Dormir poco
Los procesos regenerativos que permiten mantener fuerte nuestro sistema inmunológico se producen durante el descanso. Sin embargo, el confinamiento ha hecho que las personas cambien su rutina de sueño y adopten malos hábitos. Cuando una persona no descansa bien puede presentar problemas de estrés, de concentración y otros que afectan su estado de salud.
Trabajar con malas posturas
Los teletrabajos se han popularizado con la llegada del confinamiento. Sin embargo, las malas posturas también están presentes cuando se realiza algún trabajo vía online. Lo ideal es aplicar la regla 20-20-20 para apartar la vista del ordenador cada 20 minutos para mirar un objeto que se encuentre a 20 pies (unos seis metros) durante 20 segundos.
Reducir la actividad física
Las actividades físicas cotidianas hacen que se reduzca considerablemente el deseo por hacer actividad física. Al desactivar los movimientos musculares, la resistencia física, movilidad y fuerza muscular se ve afectada de manera negativa.
Abuso de la repostería
El tiempo libre en casa ha logrado que los videos de repostería tengan más valor para las amas de casa. Sin embargo, otro mal hábito es abusar de estos alimentos en casa. Por lo que, se recomienda hacerlo pero no caer en el exceso.